Existen muchas causas por las que podemos ser infértiles. No necesariamente tiene por qué causarla una enfermedad, sino que puede deberse a nuestra forma de vida. Algunas causas pueden ser el estrés, el consumo de alcohol, el consumo de tabaco o la ingesta de algún medicamento. Por eso es muy importante revisar tu forma de vida.
Los trastornos de fertilidad pueden venir de la mujer o del hombre. Por ello es muy importante que, si no puedes concebir un hijo con tu pareja, os hagáis pruebas de fertilidad los dos. Asiste a tu ginecólogo y explícale tu problema. Él te hará todas las pruebas necesarias para conocer el origen del problema y te expondrá las diferentes soluciones existentes.
En caso de que la infertilidad sea por parte de la mujer, puede deberse a problemas como:
- Trastorno de maduración del óvulo: esta causa es muy frecuente y se debe a una insuficiencia luteínica o del cuerpo amarillo. Esto ocurre cuando el ciclo menstrual de la mujer es interrumpido. Por esta razón, el cuerpo no produce suficiente hormona progesterona y esto puede ser causa de infertilidad porque el tiempo que existe entre la ovulación y el siguiente ciclo menstrual se ve afectado.
- Problema en las Trompas de Falopio: se debe a una enfermedad de transmisión sexual, como por ejemplo las clamidias.
- Miomas en el útero (tumores benignos).
- Trastornos hormonales.
- Climaterio precoz: esto es, déficit funcional de los ovarios.
- Síndrome del ovario poliquístico: este síndrome es causa de infertilidad de muchas mujeres. Es una enfermedad en la cual una mujer tiene un desequilibrio de las hormonas sexuales femeninas. Esto puede provocar cambios en el ciclo menstrual, quistes en los ovarios, dificultad para quedar en embarazo y otros cambios en la salud.
Si el problema de infertilidad está en el hombre, puede ser causa de:
- Falta de espermatozoides: es la causa de infertilidad más común entre el sexo masculino. La cantidad de espermatozoides es escasa, su movilidad reducida y su aspecto anormal.
- Cierre de los conductos espermáticos: puede ser causada, por ejemplo, por una infección por clamidias.
- Varices en el escroto.
- Lesiones en los testículos: por ejemplo, por un accidente.
- Anticuerpos espermáticos.
- Haber sufrido paperas en la infancia.
- Un testículo alto no corregido a tiempo en la infancia.
- Haber recibido quimioterapia.
- Anomalías cromosómicas: puede deberse, por ejemplo, al síndrome de Klinefelter, que consiste en tener un cromosoma X de más.
- Trastornos circulatorios.
- Anomalías en los conductos espermáticos: a menudo en hombres con fibrosis quística.
Si tu médico te detecta alguna de estas causas, te dará la solución. No obstante, existen complementos naturales que ayudan a la fertilidad y que puedes probar. Siempre que quieras probar uno de ellos, debes consultar antes con tu médico.